Profecía de los Indios Cree Fecha:31-05-2017 - 00h00 Modif.:22-01-2018 - 12h46
Cada día nos pasamos cientos de horas pensando en lo que hacen los demás, pero no vemos que hacemos o no hacemos nosotros,evidentemente es menos complejo sacar a la luz el defecto ajeno, que por cierto, cada vez lo engordamos de una manera impresionante, hablar mal es muy fácil, cuando no es para criticarnos, de los demás solemos encargarnos cruelmente, sin saber que lo que vemos en el otro es lo que también llevamos muy adentro,según todas las culturas antiguas,
Cada día nos pasamos cientos de horas pensando en lo que hacen los demás, pero no vemos que hacemos o no hacemos nosotros,evidentemente es menos complejo sacar a la luz el defecto ajeno, que por cierto, cada vez lo engordamos de una manera impresionante, hablar mal es muy fácil, cuando no es para criticarnos, de los demás solemos encargarnos cruelmente, sin saber que lo que vemos en el otro es lo que también llevamos muy adentro,según todas las culturas antiguas, el ser humano, es una multiplicidad, no es un ente individual y unitario, porque dentro se cargan los defectos psicológicos, que a nada nos conducen, sino a estar continuamente luchando con cada persona que nos lleva la contraria, y por lo tanto ya es mala, sin embargo, cuando nos alaban parece como si una fuente de agua fresca en pleno verano nos acariciara el rostro y nos alegrara el alma, que difícil es reconocer los errores y horrores que a veces cometemos incluso en nombre de la ciencia, habrá que preguntarse, si realmente es ciencia pura y con ética, moral y humanidad, porque por desgracia cada vez hay tanta podredumbre, que ya llegó hace tiempo, hasta lo alto del cielo, tenemos que volver al punto de partida original y comulgar otra vez con la madre tierra, con el bosque, con el río, con el pájaro que ya ni vuela...con nuestro compañero de viaje la mujer o el hombre, hasta que no cambiemos nuestra manera rancia de pensar, sentir y obrar, no podremos cambiar el mundo, si antes no cambiamos las circunstancias que generan todos los conflictos del orbe, ya sean guerras de poder, por dinero, por puestos lucrativos o de figurar en la foto, y desde luego reconocer y comprender que cada uno de nosotros, no es más que una simple mota en la gigantesca galaxia y que todavía estamos a tiempo, de recomponer el maltrecho lecho del río, el bosque expoliado o la naturaleza plena, siempre que al menos formemos una extensa fuerza llena de voluntad y querer laborar en pro de la ciencia con conciencia.
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